José Saramago ingresó al Partido Comunista portugués en 1969, cuando cargaba ya con 47 años*, edad a la cual la mayoría de hombres anda más bien buscando otros pasatiempos, entre los cuales destacan la jardinería, el raboverdismo, y el emprendedurismo cínico. El oficio de cambiar al mundo pasa a un segundo o tercer plano ante la avasalladora tarea de sembrar geranios.
*"era un hombre hecho, o deshecho, como todos los hombres a su edad cuando no son extraordinarios", Onetti
*"era un hombre hecho, o deshecho, como todos los hombres a su edad cuando no son extraordinarios", Onetti
2 comentarios:
y uno que ni pasa de los treinta... el cansancio pareciera algo que se nos da bien
Y tuvo la suerte de tener un Partido Comunista a que ingresar. ¿Cuántos comunistas potenciales hay en el mundo que no encuentran un partido que valga la pena?
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